La artesanía de Castro del Río, está representada por el trabajo del mueble realizado en madera de olivo, con procedimientos artesanales de talla y construcción. La madera pasa enterrada, en el campo y bajo arena, desde abril a noviembre. Es una forma de acabar con la palomilla (polilla blanca) que ataca al árbol. En cuanto a la edad de los leños, ha de ser de 30 años para arriba; cuando son más jóvenes no tienen veta, y se rajan fácilmente.
Podemos encontrar gran variedad en sillas, sillones y mecedoras, también muebles de todo tipo y objetos para decoración. Para el siento el artesano entrelaza tallos de enea, una planta que crece en los márgenes de los ríos, arroyos y acequias. Las piezas se extienden en el suelo de 15 a 20 días, para secarlas y blanquearlas. Antes de labrarlas, se vuelven a remojar para que la madera no salte.
Esta ebanistería, que caracteriza a la localidad en toda España, se exporta hasta Japón, país en el que se tiene bastante aprecio a este tipo de muebles. Las confortables mecedoras son las que tienen una especial fama, tanto es así que hasta el mismísimo presidente norteamericano John F. Kennedy tuvo dos de ellas. Y en Santa Marta, Colombia, en la casona de Simón Bolívar, y junto a la cama donde agonizó, encontramos una silla en madera de olivo hecha en Castro del Río, desde donde escribió sus últimas cartas, y su testamento final.